En España, casi medio millón de personas sufren un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), un trastorno mental que afecta sobre todo a las poblaciones más jóvenes. Este tipo de trastorno tiene un origen psicológico, principalmente, y puede generar graves secuelas a nivel físico. Afectan en la conducta alimenticia de quien la padece, generando una obsesión por el control del peso. Dependiendo del tipo de trastorno, la persona puede restringir hasta el extremo la ingesta de comida o bien atravesar por episodios recurrentes en los que come grandes cantidades para después provocar el vómito. Pero para conseguir lidiar con los trastornos de la conducta alimentaria hay que entender toda la implicación psicológica y de salud mental que hay detrás.
El 30 de noviembre se celebra el Día Internacional de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, con el objetivo de visibilizar y concienciar sobre esta problemática ignorada por mucha parte de la población. A pesar de que los TCA puedan tener una respuesta física en el paciente que los sufre, su raíz está en el plano psicológico, en su autoestima, su autopercepción y en cómo lidia con sus emociones. Sin embargo, un TCA no lo determina un único factor, es una enfermedad multicausal que puede deberse a la predisposición genética, rasgos psicológicos, baja autoestima, ambiente familiar desestructurado o sobreprotector, educación familiar, presión social respecto la imagen o estrés.
Los trastornos de la conducta alimentaria más habituales son el trastorno por atracón, la anorexia y la bulimia, siendo esta última la más común. Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, la edad media de las personas que lo sufren está sobre los 12 años, llegando a afectar a 1 de cada 20 adolescentes españoles. Fenómeno que está estrechamente ligado con el uso de las redes sociales, que acentúan el desarrollo de este trastorno ya que hay mucha presencia de contenido relacionado con dietas, consejos para estar delgado/a o incluso trucos para que no se note que tienes anorexia. Cuerpos idealizados, imágenes editadas, comparaciones con otras personas o el contenido que publican algunos influencers en las redes sociales están entre los distintos factores que pueden potenciar los TCA entre los/as jóvenes, según un estudio de la revista International Journal of Mental Health and Addiction.
Las redes sociales y sus algoritmos premian y promocionan un determinado ideal de belleza que es lesivo para las personas, especialmente en la juventud, de hecho, al menos 90.000 cuentas fomentan dietas restrictivas y pérdidas de peso extremo, que pueden alcanzar a unos 20 millones de usuarios. Casi 100 mil cuentas que muestran imágenes de su dieta diaria y su rutina de ejercicio, lo que puede llevar a sus seguidores a adoptar los mismos comportamientos. El problema llega cuando se genera un sentimiento de culpa o vergüenza si no siguen este ritmo de vida saludable, que gran parte de la veces se compone de imágenes manipuladas, lo que hace que las adolescentes aspiren a un cuerpo que no es natural.
Prevención y concienciación como herramientas para evitar los TCA
Los trastornos alimentarios son enfermedades graves que afectan tanto la salud física como la mental. Estas afecciones incluyen problemas en la forma de pensar sobre la comida, la alimentación, el peso y la figura, pudiendo derivar en comportamientos alimentarios peligrosos. Estos síntomas pueden impactar en la salud, las emociones y la capacidad para desenvolverse en ámbitos rutinarios de la vida. Si no se tratan de manera eficaz, los trastornos alimentarios pueden convertirse en problemas crónicos y, en algunos casos, pueden causar otros trastornos igual de graves o más, como depresión, ansiedad, autolesiones o, incluso, pensamientos y comportamientos suicidas. Como todas las enfermedades mentales, los trastornos de la conducta alimentaria no se eligen. De repente llegan y cuesta mucho reconocerlos hasta que las señales son muy claras o ya es demasiado tarde. Es por ello que con una mayor concienciación y más información el tratamiento podría llegar antes.
Las/os niñas/os y adolescentes, el sector de la población más afectado por este trastorno, pasan la mayor parte de su tiempo en centros educativos, por lo que es primordial que se empiece a concienciar en los centros del problema que suponen los TCA y dar las herramientas para luchar contra ellos. Pero no solo es necesario concienciar a las/os adolescentes, sino también a las familias y al profesorado con herramientas como talleres, charlas, visibilización y más recursos públicos. Así, cuando alguien comience a desarrollar un TCA será capaz de identificar los síntomas y factores, a la vez que hacer uso de la prevención por disponer de las herramientas para hacer frente al problema.
Sin embargo, este tipo de trastornos son muy complicados y, por desgracia, la prevención y concienciación desde la juventud puede no ser efectiva al 100%, ya que una persona se nutre de muchos ámbitos de su vida que determinan su comportamiento, no solo de la familia y la educación. Por lo que, si consideras que tú o alguien de tu entorno puede identificarse con este tipo de trastorno, en TransparenciaONG.org puedes encontrar una serie de ONGs que se centran en luchar contra los TCA, algunas son:
Los trastornos de la conducta alimentaria son una enfermedad mental que la pandemia ha acentuado y que tiene su raíz en la autoestima y la percepción de uno mismo. Desde Hazloposible defendemos la aceptación del cuerpo tal como es y apreciarlo por lo que puede hacer por ti, no tanto por lo estético sino por lo que nos da. Somos seres humanos en constante cambio, lo que significa que algunos días amaremos nuestros cuerpos mientras que otros días no queremos ni mirarnos al espejo. Pero no quiere decir que alcanzar el amor propio sea una victoria que alcances un día y se mantenga y prolongue para siempre, es una batalla que vivimos día a día y que solo seremos capaz de combatir con una buena salud mental, ya que es una de las principales bases del bienestar social.