El 46,7 % de las mujeres mayores de 14 años, así como el 36,7% de los hombres del mismo rango de edad responden sí a la pregunta “¿Te gustaría colaborar como voluntario con una ONG?”.
Sin embargo, la realidad es que solo el 9,8 del total participa en alguna actividad de voluntariado.
¿Por qué? ¿Qué podemos hacer desde la empresa para ponérselo más fácil a los que quieren ser voluntarios?
Tras leer estos datos, extraídos del informe “Hechos y Cifras del Voluntariado en España II (2014)”, publicado por la PVE (Plataforma de Voluntariado de España) , la pregunta lógica que surge es la siguiente: ¿por qué gran parte de los que manifiestan su deseo de hacer voluntariado no lo están haciendo ya?
Aunque más de la mitad de los encuestados considera que sería fácil hacer voluntariado en España, alrededor de un cuarto no lo tiene tan claro….
Y muchos coinciden en las razones que alegan.
1.- «No tengo tiempo»
La mayoría de los que manifiestan que no hacen voluntariado por falta de tiempo, tienen entre 35 y 44 años, trabajan actualmente y viven con niños en su casa.
¿Cuentas en tu plantilla con empleados de este perfil? ¿Conocen la posibilidad que tienen de descubrir el voluntariado desde la empresa? Tal vez a esos potenciales participantes ciertas actividades de voluntariado corporativo, pensadas para ellos, les cuadrarían mejor de lo que creen en su horario. ¿Se lo estamos poniendo fácil proponiéndoles actividades de voluntariado que se puedan compaginar con su agenda?
2.- «No tengo información»
Quienes más mencionan la “falta de información” son los más jóvenes y los estudiantes.
Esto nos sirve para hacer una reflexión sobre las nuevas incorporaciones jóvenes que llegan a la empresa. Suelen aterrizar con ganas. Y en esa edad más de la mitad (el 57,1%) afirma que le gustaría adherirse a un voluntariado. ¿Por qué no informarles de esa posibilidad como parte de su bienvenida?
El hecho de poder satisfacer desde la empresa su deseo de hacer voluntariado podría aumentar su orgullo de pertenencia a la misma. Además, su perfil (en muchos casos más entusiasta que la media) es el más apropiado para contagiar la motivación a los demás compañeros y mejorar así el ambiente de trabajo.
Más allá del terreno exclusivo de los más jóvenes, la ausencia de información, en general, puede explicar que muchos de los que están interesados en hacer voluntariado no se estén apuntando a ninguna de las oportunidades de experimentarlo que surgen desde la empresa.
¿Estamos informando lo suficiente a nuestros empleados sobre nuestro programa de voluntariado corporativo? ¿Estamos comunicándolo por los canales adecuados?
3.- «Ponen demasiadas trabas burocráticas»
¿Tendemos a simplificar el proceso que los empleados deben completar para inscribirse a una oportunidad de voluntariado? ¿o más bien solemos complicarlo?
4.- «No tengo ganas»
Puede ocurrir que a un empleado no le atraiga en absoluto el voluntariado, en cuyo caso no nos queda más que respetar su postura y aceptarla. Pero puede ocurrir también que más bien se trate de desconocimiento, de falta de información e incluso de una distorsión conceptual. ¿Qué entiende por voluntariado nuestra plantilla? ¿Saben los trabajadores que lo que les estamos proponiendo va más allá de la acción a corto plazo y que lo que pretendemos con nuestro programa de voluntariado es impactar en la sociedad con cambios más profundos? ¿Conocen en qué consiste el voluntariado basado en habilidades…?
Para motivarle… nada mejor que entender qué le motiva
Bien, ahora que sabemos que un 42% de los encuestados responden que sí les gustaría hacer voluntariado, y una vez conocemos con qué obstáculos se encuentran a la hora de decidirse a experimentarlo, la siguiente cuestión que deberíamos plantearnos es la siguiente: ¿qué es lo que anima a la gente a hacer voluntariado? Según el citado informe, estas cuatro razones:
- Motivos altruistas. El 85% valoran como muy importante “la solidaridad y ayuda a los demás”.
- Motivos “egoístas”. La posibilidad de “aprender algo nuevo y hacer algo diferente” importa bastante o mucho al 80% de los encuestados. Esto les ocurre, sobre todo, a los menores de 35 años.
- “Conocer a nuevas personas y hacer nuevas amistades” lo valora bastante o mucho el 54% de las personas voluntarias entrevistadas.
- Adquirir experiencia laboral o habilidades profesionales. En este punto deberíamos detenernos especialmente en el caso del voluntariado corporativo. ¿Estamos pensando en actividades de voluntariado basado en competencias y en habilidades?
«Cuando iba al colegio, Yolanda hacía voluntariado. Acompañaba a pacientes que estaban ingresados en un hospital. Con la etapa universitaria y después con el inicio de su vida laboral, dejó de emplear su tiempo en actividades de voluntariado.
Hoy hace más de quince años que Yolanda trabaja en BT, y desde hace cuatro colabora en la Fundación BT. En la actualidad participa como voluntaria en un programa de empleabilidad con la Fundación Balia.
Nunca lo hubiera dicho, pero lo que a Yolanda le hizo recuperar su experiencia como voluntaria… fueron las facilidades que le ofrecieron en su empresa».
Si en la tuya también existe un programa de voluntariado corporativo, quizás este sea el momento de que los empleados que aún no han puesto en práctica su deseo de hacer voluntariado… ¡lo hagan por fin realidad!
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