“La gente piensa a veces que el voluntariado se trata de renunciar a parte de tu tiempo (…) Mi experiencia es que no se trata tanto de renunciar a algo por los demás como de las habilidades que ganas tú.” – Wayne Bulpitt (Jefe Scouts de Reino Unido) –
En el estudio Scouting for Skills casi dos tercios de los empleados encuestados (el 61%) aseguró que su participación en un programa de Voluntariado Corporativo mejoró el desempeño de su trabajo. El beneficio más mencionado fue la mejora en las habilidades de comunicación (66%), seguido de la negociación (un 45%), el trabajo en equipo (un 43%) y las habilidades de liderazgo (un 41%).
Los tiempos cambian…
Con el crecimiento porcentual del empleo en el Sector Servicios, las empresas valoran los perfiles de liderazgo, trabajo en equipo, perseverancia, confianza, resolución de problemas y habilidades de comunicación, competencias que no siempre se inculcan en el colegio ni tampoco después en la Universidad.
Mientras que el siglo XXI premia a los perfiles con «carácter», pensamiento creativo, empatía y colaboración, la capacidad de los colegios para desarrollar estas destrezas queda relegada a un segundo plano, mermada por la presión que ejercen las asignaturas académicas tradicionales.
Además de la experiencia laboral (en muchos casos difícil de lograr), a los jóvenes de hoy se les valora también la experiencia obtenida gracias a actividades más informales en las que se trabaja con otros para lograr un objetivo común. Como el voluntariado… o como el movimiento Scout.
Scouting for Skills
Este informe, producido con el apoyo de The Scout Association, incide en la importancia que tiene en los jóvenes la formación de un carácter y cómo las habilidades de carácter adquiridas en el voluntariado influyen positivamente en su desempeño profesional.
La persona Scout, defiende el estudio, adquiere de manera natural las habilidades y actitudes que persiguen los departamentos de Recursos Humanos de las empresas: resiliencia emocional, responsabilidad, autocontrol, trabajo en equipo, compromiso, inteligencia emocional, resolución de problemas, liderazgo, confianza, independencia, capacidad para tomar decisiones, improvisación, capacidad para hablar delante de la gente, flexibilidad y adaptación, don de gentes, puntualidad, responsabilidad, respeto por los demás…
El estudio concluye que la pertenencia los Scouts, así como la participación en actividades de voluntariado en un sentido más amplio, dota a la persona de habilidades y redes de contacto que mejoran su productividad e incrementan su nivel de motivación.
¿Qué habilidades obtengo al hacer Voluntariado Corporativo?
Hacer voluntariado supone interactuar con gente con la que habitualmente no compartes tu tiempo, lo que, para empezar, te obliga a abrir los ojos a otras realidades. Los empleados que, además, pertenecen a organizaciones donde hay pocas oportunidades de trabajar en equipo o de ejercer un papel de liderazgo, encuentran una alternativa en el Voluntariado Corporativo.
Desde el voluntariado, analiza el informe, se pueden obtener las siguientes habilidades:
- Liderazgo
- Trabajo en equipo
- Habilidades de comunicación y habilidades sociales (don de gentes)
- Confianza en uno mismo
- Compromiso con la tarea y con la compañía
- Capacidad de gestionar al mismo tiempo múltiples tareas
- Concentración para completar una tarea
- Resistencia emocional y autocontrol
- Empatía
Para que los empresarios inviten a sus empleados a participar en el programa de Voluntariado Corporativo de sus empresas es necesario que exista un mayor reconocimiento público del valor del voluntariado. Las organizaciones de voluntarios deben desarrollan sistemas formales de acreditación que reconozcan formalmente los conocimientos obtenidos por los voluntarios.
¿Pero cómo acredita el voluntario que ha adquirido esas habilidades?
El éxito del programa de Voluntariado Corporativo de la empresa dependerá de que los empleadores reconozcan o no las habilidades potenciales obtenidas y de que lo hagan no solo desde el punto de vista de la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) sino también desde la visión de R.R.H.H. (Recursos Humanos).
Para ello, las organizaciones de voluntarios han de desarrollar sistemas de acreditación que reconozcan formalmente los conocimientos obtenidos por los voluntarios.
¿Por ejemplo?
Por ejemplo Vol +, impulsado por Voluntariado y Estrategia, un proceso a través del cual las personas van a poder identificar qué competencias han desarrollado a lo largo de su experiencia como voluntarias y solicitar el certificado pertinente si así lo desean. Este certificado estará avalado por la Universidad de Alcalá y podrá ser incorporado formalmente en un CV.
Las competencias que se podrán certificar a través de Vol + son las siguientes:
- Analizar y resolver problemas
- Iniciativa y autonomía
- Flexibilidad e Innovación
- Capacidad para liderar iniciativas
- Organización y planificación
- Comunicación interpersonal
- Trabajo en equipo.
Como ya está haciendo DKV, habrá empresas implicadas directamente en esta metodología. Profesionales de sus departamentos de R.R.H.H formarán y acompañarán a voluntarios (de la entidad que lo solicite) en su proceso de identificación de competencias.
¿Para qué reconocer al voluntario sus competencias?
De acuerdo al estudio Community Life de 2012–2013, la barrera que más impide a los empleados hacer voluntariado es su compromiso con su trabajo, lo que nos hace pensar que más empleados serían voluntarios si desde dirección se apoyara más esta labor voluntaria.
¿Cómo? Publicando tablas de clasificación de voluntariado de los empleados, estableciendo objetivos de voluntariado en los planes de desarrollo personal, cediéndoles horas para hacer voluntariado, promoviendo alianzas con ONG, ofreciendo variedad en las oportunidades de voluntariado, proponiendo retos, dando la posibilidad de hacer voluntariado virtual, fijando un Día del Voluntariado…
Para integrar el voluntariado en el día a día laboral, la Dirección deberá reconocer antes el beneficio que el voluntariado supone para los empleados.
¿Y para qué iba a hacer eso la dirección? ¿Qué gana la empresa con el voluntariado?
Fomentar el Voluntariado Corporativo favorecerá no solo el compromiso de los empleados con la comunidad sino también con su empresa.
Las habilidades que adquieren les vuelven más eficientes en su puesto de trabajo además de incrementar su lealtad y retención. Un empleado comprometido personalmente con la empresa y con la comunidad es un empleado que se pensará dos veces cambiar de puesto.
La satisfacción en el trabajo y el bienestar general son los beneficios del voluntariado más citados por los empleados, además de conocer gente y probar a hacer tareas diferentes.
En los casos de trabajos muy especializados y de empleados que llevan muchos años en la misma empresa o en el mismo sector, puede ser muy positiva su vinculación con otras organizaciones que trabajan de forma diferente o en contacto con otra realidad. Hacer algo completamente distinto de lo cotidiano enriquece a la persona e impacta de forma positiva en su motivación y en su bienestar. Además, el voluntariado aporta a algunas personas que trabajan en organizaciones con ánimo de lucro la sensación de devolver a la sociedad algo de lo recibido.
En definitiva y como bien sostiene el informe, en las empresas en las que se pone en marcha un programa de Voluntariado Corporativo bien equilibrado se produce una triple victoria: ganan los empleados (con la adquisición de habilidades y la satisfacción laboral), ganan las empresas (con el aumento de la productividad y la retención del personal) y, por supuesto y sin perder de vista que ese ha de ser nuestro principal objetivo, gana la sociedad.
[Fuente: Estudio Scouting for Skills – Ian Wybron y Jonathan Birdwell / Fotos: Pixabay]