Ellos son los protagonistas

Imagen de un mes del calendario

Celebramos el Día Internacional del Voluntariado con los voluntarios de Cajamar en la I Jornada de Voluntariado Corporativo Cajamar

 

 

Hoy no hablamos de programas o publicaciones de voluntariado corporativo, sino de sus protagonistas, las personas voluntarias. En este caso, de la plantilla voluntaria en Cajamar Caja Rural.

Posiblemente, el programa de voluntariado corporativo de Cajamar, Provoca, no sea tan conocido como los de otras grandes empresas, pero es un proyecto sólido que se inició en 2006, así que… ¡no son novatos en esta materia! En estos años, esta empresa ha puesto en marcha un portal de voluntariado (con Hazloposible), y ha organizado jornadas de voluntariado, vacaciones solidarias,  un equipo solidario con más de 1.600 empleados que donan un euro de su nómina (con la fórmula de teaming), la iniciativa socios por un día con Junior Achievement (ha sido la empresas que más socios ha aportado este año), un concurso de relatos y fotografías de temática social…

Pero volvamos a lo importante de la jornada: los voluntarios, personas que ejemplifican la emoción del voluntariado a la que nos referíamos en nuestro último post. Estas personas no hacen voluntariado, sino que son voluntarias en su día a día, en su forma de ver su vida y su entorno, con independencia de si están o no realizando alguna actividad. ¡Otro día desarrollaremos más este tema!

Algunas frases de los voluntarios quedan en la memoria de esa jornada, y son las que dan sentido a un programa de voluntariado corporativo:

    • Todos estamos en deuda con la sociedad, somos lo que somos también gracias a los demás, si nos ha ido bien en la vida no podemos ser tan engreídos de creer que lo hemos logrado solos. Muchas empresas cimientan en esta idea sus políticas de RSC, y es exigido a las mismas por gran parte de la sociedad, pero también debemos hacernos a nosotros mismos esta reflexión de vez de en cuando.

 

  • El efecto mariposa, creer en las posibilidades de las buenas ideas, y que si las compartimos con los demás compañeros y compañeras, algunos las apoyarán y se harán realidad. Los programas de voluntariado de las empresas deben dar cabida a estas ideas que surgen de la plantilla, y aprovechar este efecto mariposa que aumentará la participación de los compañeros.

 

 

  • Tenía que haber empezado antes, una vez que se descubre el sentido y la satisfacción del voluntariado, surge el interrogante de por qué no me animé antes. Las personas que ya han dado el paso hacia el voluntariado también deben dar el paso de compartir con otros esa satisfacción para inspirar a más personas a participar y colaborar en las causas sociales.

 

 

Entre estos testimonios, hubo hasta quien confesó que gracias al voluntariado había dejado de fumar. ¡No hay motivos para no dar el paso, colabora!

 

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