Diseña el vision board de la RSE: Los 7 grandes propósitos que debe tener tu estrategia de sostenibilidad de este 2025

El año 2025 se presenta como un punto de inflexión para las empresas en su camino hacia la sostenibilidad. En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, las expectativas de los consumidores, la presión regulatoria y los avances tecnológicos, estas tendencias emergen como guías esenciales para el éxito empresarial y sostenible. Para avanzar en la integración de la sostenibilidad en tu estrategia y generar un impacto positivo tanto ambiental como social, estas son las siete grandes tendencias que marcarán el rumbo empresarial de este año.

El cambio climático representa un desafío urgente y una oportunidad estratégica. Tras un 2024 marcado por eventos climáticos extremos, tales como la DANA o los incendios de Los Ángeles, las empresas deben priorizar la adaptación para fortalecer su resiliencia. Estos desastres no solo tienen costos humanos y ambientales, sino que también generan pérdidas económicas significativas. Este contexto subraya la necesidad de que las empresas adopten medidas preventivas y adaptativas.

¿Cómo actuar?

  • Invertir en infraestructura resistente al clima, que no solo minimicen riesgos, sino que también mejoren la eficiencia operativa.
  • Incorporar planes de gestión de riesgos climáticos en la planificación estratégica, permitiendo una respuesta proactiva a posibles crisis.
  • Desarrollar soluciones basadas en la naturaleza, como reforestación y restauración de ecosistemas, que además de ofrecer beneficios ambientales, generan confianza entre consumidores e inversores.

La transición hacia una economía verde requiere una fuerza laboral equipada con habilidades específicas en sostenibilidad. Según LinkedIn, las contrataciones globales en empleos verdes aumentaron un 21% anual entre 2019 y 2022. Sin embargo, todavía existe un déficit de talento calificado. En España, se proyecta un crecimiento del 44% en empleos relacionados con la sostenibilidad para 2026, impulsado por sectores como las energías renovables y la economía circular. Este déficit de talento no solo limita el avance hacia metas sostenibles, sino que también representa una oportunidad para las empresas que lideren iniciativas formativas.

¿Cómo actuar?

  • Diseñar programas de formación y reciclaje profesional en competencias verdes, asegurando que la fuerza laboral esté preparada para los desafíos futuros.
  • Establecer colaboraciones entre empresas, universidades y gobiernos para fomentar la innovación educativa, especialmente en áreas críticas.
  • Promover políticas laborales que alineen los valores de sostenibilidad con los objetivos empresariales, mejorando tanto la atracción como la retención de talento en un mercado competitivo.

Más del 50% del PIB global depende de los servicios que ofrecen los ecosistemas. En 2025, la integración de la biodiversidad en las estrategias empresariales será fundamental para mitigar riesgos y generar nuevas oportunidades de negocio. Las empresas tienen un papel crucial en la protección y restauración de la biodiversidad, lo que también puede generar ventajas competitivas.

¿Cómo actuar?

  • Realizar evaluaciones de impacto ambiental para identificar y mitigar riesgos relacionados con la biodiversidad en sus operaciones.
  • Implementar medidas de restauración y regeneración ecológica, priorizando la protección de hábitats críticos, lo que puede fortalecer la resiliencia de sus cadenas de suministro.
  • Movilizar inversiones hacia prácticas sostenibles, como la agricultura regenerativa, que no solo protegen el medio ambiente, sino que también aumentan la productividad a largo plazo.

La gestión responsable de las cadenas de suministro será prioritaria en 2025. Regulaciones como la Directiva sobre Diligencia Debida en Sostenibilidad (CSDDD) exigirán a las empresas garantizar altos estándares sociales y ambientales en todas sus operaciones. Esta regulación impulsa a las empresas a adoptar prácticas más responsables y transparentes.

¿Cómo actuar?

  • Adoptar tecnologías avanzadas como blockchain para garantizar la trazabilidad y transparencia de las cadenas de suministro, lo que mejora la confianza de los consumidores.
  • Evaluar y mitigar riesgos sociales y ambientales mediante auditorías rigurosas y planes de mejora continua.
  • Fortalecer las relaciones con proveedores, ofreciendo formación y recursos que impulsen prácticas sostenibles en toda la cadena de valor.

La necesidad de medir y reportar impactos en términos monetarios gana fuerza. La International Foundation for Valuing Impacts (IFVI) ha establecido un marco metodológico que permite a las empresas evaluar su impacto medioambiental con rigor y accesibilidad. Según el Pacto Mundial, el 88% de los inversores considera que las métricas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son cruciales para la toma de decisiones. Este enfoque no solo mejora la transparencia, sino que también facilita la toma de decisiones basada en datos.

¿Cómo actuar?

  • Implementar sistemas de contabilidad que traduzcan impactos ambientales en términos económicos, lo que permite una evaluación más precisa.
  • Utilizar métricas comparables que faciliten el análisis y la comparación entre empresas, atrayendo a inversores responsables.
  • Incorporar la valoración de impactos en la planificación estratégica para identificar oportunidades de mejora y potenciar la sostenibilidad.

La inversión de impacto seguirá creciendo, con un enfoque en generar beneficios sociales y ambientales sostenibles. En España, el ecosistema de inversión de impacto está consolidándose como un referente, con fondos como el FIS de COFIDES liderando esta transformación. Esta tendencia está impulsando la innovación en sectores como la energía renovable, la inclusión financiera y la infraestructura sostenible.

¿Cómo actuar?

  • Diseñar estrategias de inversión alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que sean atractivas para inversores con conciencia social.
  • Canalizar recursos hacia proyectos que integren impactos sociales y ambientales positivos, fomentando un cambio estructural en la economía.
  • Colaborar con actores públicos y privados para escalar iniciativas de alto impacto, maximizando sus beneficios.

La Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) marcará la agenda empresarial, impulsando a más de 5.000 empresas españolas a cumplir con estándares rigurosos. Más que un requisito de reporte, esta normativa presenta una oportunidad para integrar la sostenibilidad en la estrategia de negocio. Esto no solo representa un desafío administrativo, sino también una oportunidad para diferenciarse en el mercado.

¿Cómo actuar?

  • Desarrollar sistemas robustos de recopilación y gestión de datos, asegurando la calidad y la consistencia en los informes.
  • Realizar análisis integrales de impacto en operaciones y cadenas de suministro, que permiten identificar áreas de mejora.
  • Utilizar los informes de sostenibilidad no solo para cumplir con la normativa, sino también como una herramienta estratégica para fortalecer la confianza y la reputación empresarial.

El 2025 marcará una nueva era en la sostenibilidad empresarial. Las empresas que adopten estas siete tendencias no solo estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos regulatorios y sociales, sino que también liderarán el camino hacia un modelo de negocio más resiliente, innovador y responsable. La integración de estrategias sostenibles es esencial no solo para la supervivencia empresarial, sino también para garantizar un impacto positivo. En un entorno de constante cambio, estas tendencias representan un faro para quienes aspiran a ser embajadores del progreso global.

Si a pesar de ser consciente de este nuevo paradigma, no sabes por dónde empezar en tu camino hacia la sostenibilidad o quieres mejorar en este sentido, contáctanos a través de Hazlosostenible.org y te ayudaremos a impulsar la RSE en tu empresa. 

Fuente: Forética, Corresponsables, CompromisoRSE.

Artículos relacionados