Daniel y cómo colaboró en el impulso hacia un mundo mejor

En Fundación Hazloposible no nos cansamos de contar historias. Son tantas y tan inspiradoras que queremos haceros llegar estos casos realmente inspiradores en una semana tan especial como esta, en la que celebramos el Día Internacional del Voluntariado.

 

Aquí te presentamos la historia de voluntariado de Daniel, empleado de PwC. La Fundación PwC y sus voluntarios comenzaron en julio la séptima edición del Programa Impulsa, una iniciativa de voluntariado corporativo internacional que permite a sus profesionales aportar conocimiento, capacidades y experiencia en aquellos países que más lo necesitan. Al mismo tiempo, la iniciativa les permite desarrollar sus habilidades de liderazgo y trabajo en equipo. 

Uno de los participantes del programa es Daniel, que pasó dos meses en San José de Chiquitos (Bolivia) con la ONG Ayuda en Acción. Allí ha utilizado sus conocimientos para implantar mejoras en las microempresas de artesanía local y del sector hotelero. Para ello ha realizado un diagnóstico y un plan de capacitación en innovación técnica, gestión comercial y  de acompañamiento entre los emprendedores.

“Ha sido una experiencia muy intensa y gratificante. Hemos tenido momentos de todos los colores”. Junto a situaciones  en las que se lograban avances significativos, Daniel vivió también momentos duros cuando no se acertaba con la solución a determinados problemas. “Todos estos momentos nos han hecho crecer y volver a casa agotados físicamente, porque nos hemos vaciado en el proyecto y hemos dado lo mejor de nosotros, pero también muy felices y satisfechos con lo que hemos ido logrando.

Las experiencias de voluntariado en el extranjero son una gran oportunidad para expandir los horizontes profesionales y ayudar a los demás. Pero también plantean retos, ya que se suele trabajar en un contexto cultural y social muy distinto al habitual y hay que adaptar el proyecto a la realidad del entorno. En el caso de Bolivia, “el resultado final, visto en perspectiva, tiene poco que ver con los planes que teníamos en la maleta cuando salimos de España a finales de julio.

En última instancia, el esfuerzo merece la pena, porque se crean vínculos personales con gente de la ONG y de la comunidad en la que estás y compartes con ellos muchas cosas. Daniel lo resume así: “Ser voluntario supone no sólo dejar una huella en el entorno, sino que también te deja una huella dentro de ti de las que nunca se van”.

¡Gracias a Daniel y a PwC por compartir esta experiencia de voluntariado! Esperamos que te estén gustando ¿Te perdiste lo que nos contaba Patricia en la jornada de voluntariado inclusiva? ¡Lee su testimonio!

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