Llega marzo, coloquialmente conocido por el mes de la mujer, ya que como bien sabemos tod@s el 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer. Es por ello que muchas entidades aprovechan para difundir en gran parte de sus contenidos y campañas su alineación con los derechos de la mujer. Pero ya ha pasado el 8 de marzo, ¿y ahora qué?. Los derechos de la mujer no es un hito que hay que celebrar durante un mes y olvidar hasta el año que viene, es una lucha que debe estar presente en la gestión y labor diaria de tu empresa u organización. Entonces antes de compartir contenido de este tipo, pregúntate: ¿Realmente mi compañía defiende la igualdad o cae en el purple washing?
¿Qué es el purple washing?
El término purple washing, acuñado por la escritora Brigitte Vasallo, hace referencia a las maniobras políticas y de marketing que se hacen alrededor de la causa feminista con la intención de fingir un apoyo a este movimiento que, o bien contradice políticas anteriores, o buscan sacar un beneficio sin tener ninguna implicación real con la causa. Es decir, aprovechar fechas señaladas o movimientos con gran interés ciudadano para ganarse la simpatía de la sociedad, aparentando un compromiso que no es real.
Esta práctica lejos de beneficiar a tu entidad, la perjudica, junto al movimiento feminista. Hoy en día la sociedad está muy informada y proactiva, haciendo que descubran rápidamente si les están engañando. Aunque pueda parecer que lo poco que se haga “suma”, muchas veces es mejor no hacer nada, en lugar de aparentar. Una clara causa grave que provoca el purple washing es aparentar que todos los medios, empresas, organizaciones, etc, están volcados con el feminismo y que todo gira alrededor de este movimiento, pero solo en el mes de marzo. Pudiendo llegar a pensar que no hay más nada que hacer porque todo el mundo está concienciado con los derechos de la mujer. Pero la realidad es que antes y después de marzo se siguen vulnerando los derechos de la mujer. Se trata de una problemática que ocasiona tantos obstáculos graves para la sociedad global que no se pueden solucionar en un mes. Hay que dedicarle cada acción social, cada comunicación, cada gesto hasta que consigamos que nuestro día a día gire en torno a la igualdad de género.
Prácticas para evitar el purple washing
Seguramente dentro de los valores de tu organización está muy presente la igualdad, pero esto solo es posible si se trabaja diariamente con rigor y respeto. Cuando proyectamos mensajes y transmitimos ideas a nuestros socios, clientes, voluntarios y beneficiarios, debe ser una consecuencia de lo que realmente somos y hacemos como entidad social. Si una marca “se suma” a todos los movimientos sin un compromiso real tiene unas altas probabilidades de terminar con una enorme crisis de reputación. Si quieres crear fidelidad y confianza en ti, debes ser coherente en tus acciones, para evitar desarrollar prácticas como el purple washing (u otras similares como el greenwashing o pink washing).
Para prevenir que tu organización o empresa social caiga en este tipo de prácticas, te ánimos a implantar un plan de igualdad que se base en ciertas acciones que se deben desempeñar en la labor diaria (extraídas e MarketingEcommerce y Aic Extremadura):
- Incorporar la igualdad a los valores de la compañía y hacer que esté presente cualquier documentación interna de la empresa, prohibiendo de manera explícita cualquier discriminación.
- Construir un equipo inclusivo, que dentro de tu plantilla exista talento femenino. Ten en cuenta esto también para tu equipo directivo.
- Romper el techo de cristal. Dar las herramientas que necesitan para ganar confianza y atreverse a expresar sus deseos profesionales y que tengan la oportunidad de desarrollarse.
- Conciliación, que ser madre o padre no sea un problema. Los cuidados son importantes, para ambos sexos, ofrecer conciliación para que hombres y mujeres puedan cuidar de sus hijos/as o personas dependientes será de gran ayuda en tu plan de igualdad.
- Comunicación inclusiva y lenguaje no sexista, tanto en el diálogo interno como en el externo, para conseguir reflejar esa igualdad no solo en nuestros actos, sino también en nuestro lenguaje.
- Igualdad salarial, analizar si las retribuciones recibidas por mujeres y hombres que trabajan en la misma categoría y/o rango son equitativas.
- Acoso sexual, promocionar campañas de sensibilización para la identificación, prevención y denuncia de casos de acoso sexual.
Además, para que todas tus comunicaciones, acciones, intenciones y gestos apoyen apropiadamente la igualdad de género, deberían seguir estas estrategias de diseño comunicación de Hoy es el día, tanto a nivel interno como externo:
Desde Hazloposible te animamos, antes de defender ideales de igualdad de género, a plantearte si estas recomendaciones se aplican en tu entidad social y si estarías dispuesto/a a alinear esas ideas con el resto de contenidos que se difundan desde tu organización el resto del año. Porque el Desarrollo Sostenible no es posible sin la igualdad de oportunidades.