Cada vez hay más personas y empresas comprometidas con la problemática de su entorno y el voluntariado corporativo es un medio ideal para materializar este compromiso. Con esta declaración se inauguró la jornada de presentación del programa de voluntariado en terreno de Ayuda en Acción.
Compartimos las principales ideas que se expusieron en la mesa redonda del encuentro, formada por cinco personas expertas en voluntariado corporativo y responsabilidad social.
Patricia Moreira, de Ayuda en Acción, una ONG con larga trayectoria en el terreno de la cooperación internacional, explicó que el voluntariado corporativo se ve como la expresión de la coherencia en la acción social de la empresa. “Las empresas con las que tenemos relación, no lo ven como un añadido, sino como parte del desarrollo de su responsabilidad social corporativa y desde Ayuda en Acción tratamos de impulsarlo en este sentido”.
Marta Martín, de NH Hoteles, observó que el voluntariado corporativo forma parte de la contribución social de la empresa, recalcando que es “la herramienta ideal para la gestión de personas en el siglo XXI”. Marta añadió que desde la empresa es muy importante tener claro en qué y con quiénes pueden colaborar sus empleados. “Hay que jugar las reglas de la empresa” aunque los terrenos de juego (la cultura, la lengua, etc.) varíen. “La compañía marca el entorno en donde la contribución de los empleados será más eficaz para todos”.
“¿Qué promueve la empresa más allá de hacer negocio?”. Marta destacó que la responsabilidad social de la empresa puede resultar en el equilibrio de los tres ejes: el personal, el profesional y el social. De esta forma la empresa puede dar respuesta a los retos sociales que le circundan y a las demandas de sus propios empleados.
Juana Gálvez, de Fundación Accenture, estuvo de acuerdo en que el voluntariado corporativo es una valiosa herramienta de gestión del capital humano de la empresa. A través de la inversión de tiempo y dedicación, se buscan las oportunidades alineadas a lo que la empresa quiere aportar de acuerdo con su naturaleza y que “sirvan para que la base social en potencia pueda colaborar”. Los empleados “desean que se lo pongamos fácil, necesitan un gran abanico de oportunidades alineadas con la estrategia de acción social de la empresa donde poder participar”.
Germán Granda, de Forética, complementó el panorama afirmando que cada día más empresas emplean el voluntariado corporativo como una “inversión en la sociedad”. Esto, dijo, implica que reconocen tanto las necesidades de la comunidad donde operan como las herramientas que tiene la empresa para tener un impacto social en donde gana todo el mundo. Se preguntan “¿En qué realidad puede colaborar mi empresa mejor con la sociedad?”. Y aseguró, que cualquier empresa puede responder esta pregunta, independientemente del número de empleados, todas tienen una fortaleza que aportar.
Marisol García, de Fundación Hazloposible, respondió a la pregunta sobre las diferencias y similitudes entre el voluntariado social y el voluntariado corporativo, que ambos se retroalimentan. Los estudiantes que alguna vez fueron voluntarios, retoman esta posibilidad si la empresa se los facilita y los empleados que prueban el voluntariado corporativo, pueden implicarse y pasarse al voluntariado social, contrayendo un compromiso personal con la ONG. También reflexionó sobre la verdadera motivación que tiene un voluntario social en contraste con un voluntario corporativo, y apuntó que ambos tienen diversas motivaciones: desde el altruismo hasta la necesidad de probar cosas nuevas, conocer gente, ganar experiencia, etc. por lo que la comparativa es superflua, las motivaciones siempre son personales en uno y otro caso.
La mesa finalizó con comentarios muy positivos respecto al voluntariado corporativo. La experiencia unánime era que se trata de una herramienta eficaz de gestión de personal que hace ganar a todos. Respecto al voluntariado en terreno Juan Gálvez comentó que “es costoso, pero tiene un antes y un después en el profesional que luego vuelve y lo transmite y se convierte en el embajador perfecto de la acción social de la empresa”.
Este 2014 la Fundación Ayuda en Acción abrirá 250 plazas de voluntariado en terreno. Las posibilidades son muy amplias: voluntariado de inmersión (12 días conviviendo con una familia del país colaborando con sus tareas en la comunidad), en equipo (grupo de 5 a 35 personas que pasan dos o tres semanas en terreno) y voluntariado técnico (de uno a tres meses y se requiere un perfil profesional técnico específico dependiendo del puesto).
Aquí puedes ver el vídeo resumen de la jornada.