Autor: Aida Lopez

Las empresas B Corp son aquellas organizaciones empresariales que, más allá de buscar rentabilidad o beneficios económicos, persiguen resolver retos a nivel social y ambiental para obtener un impacto positivo. 

¿Cómo surgen estas empresas?

Las prioridades de la sociedad han experimentado una transformación significativa, un cambio de paradigma que ha colocado a aspectos como el bienestar social o el respeto del medioambiente a la cabeza de las reivindicaciones de la ciudadanía. Una serie de demandas que no dejan indiferente a nadie, y menos al mundo empresarial. Las empresas, concienciadas con dichas demandas, han comenzado a materializar sus propósitos sociales a través de políticas y acciones propias. Y es que gracias a los recursos y medios con los que cuentan, así como su poder regenerativo, las empresas tienen la capacidad de generar impactos positivos en su entorno

¿Qué implica ser una empresa B Corp?

Sin embargo, poner en marcha todo este engranaje de impacto positivo no es una cuestión sencilla. Por lo que B Las Spain, organización impulsora del movimiento B Corp, se responsabiliza de “crear estándares, políticas, herramientas y programas de impacto para las compañías”, además de verificar y atender las necesidades de estas. De tal modo, para que una empresas se conviertan en auténticas empresas B Corp, debe cumplir con una serie de requisitos que determinen y aseguren que su impacto es real. Para llevar a cabo esta verificación, la organización pone a disposición de las compañías una herramienta, Evaluación de Impacto B, mediante la que hacer una evaluación holística de su impacto. 

Una vez superada esta evaluación y conseguir ser una empresa B Corp, según la B Lab Span, las compañías que se suman a este movimiento experimentan multitud de beneficios.

Beneficios:

  • Liderazgo y pertenencia en un movimiento
  • Construcción de relaciones comerciales
  • Protección de la misión
  • Medición y mejora del impacto
  • Reconocimiento social y notoriedad
  • Atracción y compromiso de talento

Por último, cabe destacar que dentro de las buenas prácticas que pueden llevar a cabo las empresas para generar un impacto positivo se encuentra el voluntariado corporativo. La creación de sinergias entre ONG y empresas y su aplicación a través de acciones e iniciativas que involucren a los empleados de las compañías en los propósitos sociales de las empresas, también aportan grandes beneficios, como la protección de la misión de la empresa (alineando sus actividades con sus objetivos), reconocimiento social y notoriedad o atracción y compromiso del talento, entre otras muchas. 

Un buen ejemplo de empresa B Corp que ha implementado entre sus acciones con impacto positivo el voluntariado corporativo es Ferrer, una compañía vinculada al sector sanitario que se incluye dentro de nuestra red de empresas.  

Incentivar y, sobre todo, contribuir a la transformación del sector empresarial hacia un sistema más inclusivo, respetuoso y equitativo es posible. Desde la Fundación Hazloposible trabajamos para conquistar esta meta. Si tú también quieres incidir positivamente en tu entorno, no dudes en contemplar el voluntariado corporativo como una vía para ello, puedes informarte aquí

El pasado 5 de junio se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente. Una fecha señalada que tiene como objetivo traer a un primer plano la protección y el cuidado del medio ambiente como propósito y destino común internacional. 

En este sentido la Unión Europea ha implementado lo que se conoce como la “taxonomía verde europea”, esto es, un sistema de clasificación basado en parámetros que determinan, de cara a inversores y empresas, qué proyectos pueden o no afectar negativamente al clima y al medio ambiente. La situación es grave y la urgencia climática un hecho al que debemos hacer frente de manera coordinada y conjunta. Las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo desmesurado de energía han propiciado la promulgación de una normativa basada en seis objetivos medioambientales, recogidos en el Reglamento de Taxonomía, con los que alinear la actividad del sector empresarial. 

  1. Mitigación del cambio climático
  2. Adaptación al cambio climático
  3. Uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos
  4. Transición hacia una economía circular
  5. Prevención y control de la contaminación
  6. Protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas

Asimismo, es importante subrayar que dichos objetivos no son entendidos como cuestiones aisladas, sino que comparten espacio y generan sinergias con los famosos ODS. 

El medio ambiente es definido como el “conjunto de circunstancias o condiciones exteriores a un ser vivo que influyen en su desarrollo y en sus actividades”. Y es que dentro de ese conjunto de circunstancias confluyen diversidad de factores y agentes implicados. Al igual que los objetivos de la taxonomía están vinculados con los ODS, estos lo están con las estrategias de EGS de las empresas. Una vinculación que hace patente la necesidad de poner en práctica, ya no sólo las medidas que llevan a cabo las organizaciones en materia de sostenibilidad de su actividad, sino también su implicación en ámbitos sociales concretos para generar beneficios, así como una incidencia positiva. 

Si quieres formar parte de este cambio, te animamos a realizar alguna de las muchas actividades que ofrece el voluntariado corporativo y cuyo impacto es imprescindible para la consecución de dichas metas. Infórmate aquí