El 21 y 22 de octubre, se celebró en Barcelona el Congreso Iberoamericano de Voluntariado Corporativo, organizado por Fundación Hazloposible y Voluntare. Más de 200 asistentes, más de 50 ponentes y decenas de charlas y mesas redondas hicieron el Congreso todo un éxito. Nos quedamos con 5 reflexiones que se realizaron para pensar sobre ellas a la hora de aplicarlas en nuestras organizaciones:
1. Voluntariado integrado con la cultura de la empresa, las instituciones y la sociedad
El Congreso se inició con la mesa redonda “Radiografía del Voluntariado Corporativo en España”, donde participaron ponentes como Josep Santacreu de DKV Seguros, Joan Fontrodona de IESE Bussiness School o Laura Prieto del programa Sector 3 de RNE.
En esta mesa, la conversación giró sobre como antes el voluntariado era un asunto privado e individual que se hacía en el tiempo libre mientras que ahora, tanto las empresas como las instituciones y el mundo académico tienen el reto de apoyar e integrar el voluntariado como parte de su estrategia y su función social.
Desde el ámbito de la empresa, Santacreu destacó que “captar el mejor talento pasa por impulsar a una persona en su totalidad”. Joan Fontrodona, por su parte, añadió que el mundo académico tiene la tarea de apoyar y dar marco teórico a la solidaridad y de promover que el voluntariado no sea una acción emocional, sino fruto de una reflexión. En esta misma línea, Fracina Alsina, de la Federació Catalana de Voluntariado Social, destacó la importancia de la unión de entidades sociales y empresas, con un mismo objetivo, para “hablar el mismo idioma, conocernos y andar juntos de verdad”.
2. No es lo mismo un turista que un guía: Chris Jarvis y el “Viaje del voluntario”
La ponencia de Chris Jarvis de Realized Worth era una de las más esperadas del Congreso. Chris analizó las motivaciones del voluntario a la hora de escoger hacer voluntariado junto a la empresa.
Chris compartió el dato científico que explica que, cuando haces voluntariado, tu cerebro te premia con un sentimiento de euforia y, al igual que cuando comes un dulce, tu cuerpo te pide más. El reto sin duda se plantea a la hora de cómo lograr que nuestros empleados vivan ese sentimiento.
Una de las claves es intentar integrar al empleado con su entorno y adaptar las actividades de voluntariado a sus posibilidades: invitar a la familia y, si el empelado solo puede venir dos horas, darle también esa posibilidad.
Todo empleado, a la hora de hacer voluntariado, emprende un viaje: al inicio es un turista, para el que todo es nuevo y las primeras impresiones tienen un gran peso; después pasa a ser un viajero, que ya conoce la ciudad que visita y empieza a preguntarse el por qué de muchas cosas que ve. El último estadio de ese viaje es el guía, una persona experta cuyas motivaciones son muy diferentes a las del turista. Lo ideal es comunicar y dar opciones de participación a cada uno de los voluntarios, estén en el estadio que estén de ese viaje. Además, es muy importante que los voluntarios compartan sus experiencias porque será la mejor difusión del tu programa de voluntariado corporativo.
3. Voluntariado corporativo por la empleabilidad
En la mesa redonda “Cómo el voluntariado corporativo puede ayudar a la empleabilidad”, se compartieron algunos casos de éxito en este ámbito. De cada uno, extraemos algunos ejemplos de experiencias exitosas que pueden resultar útiles:
- Fundación Exit y Endesa: De manera frecuente Fundación Exit recibía voluntarios que se acercaban a su centro para realizar tareas manuales de escaso valor añadido para la organización. Llegó un punto en el que se dieron cuenta de que tenían que ser proactivos y proponer a la empresa ideas nuevas para fomentar su participación, lo que derivó en el Proyecto Coach, un programa para favorecer la inserción laboral de jóvenes sin recursos. Hoy su colaboración permite que jóvenes en búsqueda de empleo puedan visitar empresas y son atendidos por altos cargos. Aparte de mejorar su autoestima, les ayuda a decidir qué camino profesional seguir.
- Banco Santander y el programa Yuzz: Fue una demanda de los propios voluntarios del Banco, que querían participar en acciones con más impacto. Ahora ayudan a jóvenes emprendedores a desarrollar sus ideas innovadoras de base tecnológica. Se realiza un concurso y los ganadores entran a formar parte de un entorno de alto rendimiento (33 incubadoras) y son asesorados por profesionales voluntarios en el desarrollo de su proyecto.
- Fundación Accenture: Utiliza las habilidades profesionales de sus empleados para ayudar a ONG con consultorías gratuitas. El proyecto ha cumplido 10 años y 90 entidades ya han recibido este servicio.
4. Voluntariado corporativo y desarrollo de la comunidad
Fue una de las mesas paralelas con más participación. Entre las ideas clave que se compartieron nos gustaría destacar las siguientes:
- La necesidad de involucrar a la plantilla en todos los centros de trabajo y hacer que empleados de diferentes centros colaboren. En esta experiencia destacó la empresa Sanlucar Fruits, que ofrece proyectos sociales a empleados de Valencia, Ecuador Sudáfrica y Túnez. Además, ofrece un programa de voluntariado internacional para que empleados de España viajen a países del sur para ayudar en temas de coaching o temas técnicos.
- Agregar valor al producto que ofrecemos: Supracafé habló de la Asociación de Mujeres Caficultoras del Departamento del Cauca (Colombia). La empresa reunió y formó a un grupo de mujeres para que pudieran ser autónomas económicamente mediante la producción y comercialización del café.
- Implicar a varios agentes de nuestro entorno: Reale Seguros habló de su experiencia en Ciudad Rodrigo, en Salamanca, con el programa “Cosiendo un futuro”. Se trata de una iniciativa de recuperación del oficio de la costura con mujeres en riesgo de exclusión. A esas mujeres, se les ofreció formación para favorecer su inserción en el mercado laboral. En él lograron implicar a una ONG (Cáritas), a sus proveedores, a clientes, empleados y al Ayuntamiento. El objetivo era crear una red de solidaridad en un territorio marcado por la falta de oportunidades en Salamanca.
5. Programas para empoderar a los voluntarios
Ésta también fue una de las mesas paralelas con más afluencia de participantes y en ella se aprovechó para compartir ciertas buenas prácticas entre las que destacaron las siguientes:
- La mejor forma de empoderar a los voluntarios es mediante la formación. Telefónica habló sobre su Escuela online de Voluntariado Corporativo. Se trata de un espacio online interactivo para mejorar las competencias de los empleados que quieran ser voluntarios.
- Desde Repsol se expuso la idea de que otra forma importante de empoderar a los voluntarios es comunicando efectivamente las acciones de voluntariado. Algunas ideas: contar los resultados de las acciones, realizar reuniones con estadísticas, contar con las opiniones de los beneficiarios, realizar encuestas de satisfacción, etc.
- Lluís Romeu habló de autonomía gracias a la estructura del programa de Voluntariado de “la Caixa”, basado en 40 asociaciones locales de voluntarios con total libertad para organizar sus actividades. “Porque nadie mejor que ellas conocerá las necesidades de su realidad más cercana”.
