En el voluntariado corporativo no existe «la mejor forma»

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Intentamos resumir las lecciones que Ken Allen ha impartido en Madrid en un par de encuentros organizados a inicios de marzo

Hemos tenido ocasión de asistir a dos ponencias de Ken Allen esta semana: un desayuno organizado por Fundación Telefonica y una de las sesiones del curso sobre voluntariado corporativo organizado conjuntamente por el Observatorio de VC y el IESE. Ken Allen es autor del estudio Empresas globales y el trabajo voluntario en el mundo y una de las personas más reconocidas en este ámbito a nivel internacional. Intentamos recoger sus principales ideas en estos dos días:

1. El voluntariado corporativo es una fuerza dinámica y mundial de empresas que quieren contribuir a solucionar problemas sociales. En España se observa este dinamismo en nuevos cursos, estudios, incorporación de las PYMES, nuevas empresas integrando el VC… Recuerda que en EE.UU. hay empresas y primeros directivos que están apoyando e identificándose con causas sociales.

2. No existe la mejor forma de hacer voluntariado corporativo. Es fundamental contar con unos objetivos consensuados y priorizados que se desplieguen mediante una estrategia claramente y cuente con los suficientes recursos. La mejor opción de desarrollar el VC será la que cumpla los objetivos que se persigan. El VC estratégico es aquel que alcanza los resultados previstos por la empresa. En sus publicaciones menciona cuatro posibles modelos de programas de voluntariado en las empresas.

3. No se debe hablar de buenas prácticas, sino de prácticas inspiradoras. Cada empresa debe desarrollar su propio programa de VC con independencia de las modas y sin obsesionarse en buscar nuevos modelos. Don´t forget the old, sobre todo, si funciona bien. A la hora de replicar estas prácticas inspiradoras, mucho cuidado con obviar las diferencias culturales. Cada país tiene sus propias claves culturales que se deben tener en cuenta a la hora de replicar modelos y actividades.

4. Cada vez el VC está adquiriendo un enfoque más estratégico. Si se apuesta por esta dimensión estratégica, se debe plantear un programa de voluntariado que llegue a toda la  plantilla, y no solo a ciertos departamentos o a los servicios centrales.

5. La relación con las ONG es un factor determinante del éxito de un programa de VC. En esta relación debe haber un acercamiento transparente y ético, y esta exigencia de ética la centra en las empresas. En su experiencia ha conocido casos de empresas que priorizaban en exceso sus intereses en esta relación con las ONG.

6. La importancia de medir. Es el mantra del VC en los últimos años, pero las empresas no invierten en este reto de la medición. Ken Allen apuesta por no obsesionarse, porque hay temas que son casi imposibles de medir, y aprovechar las metodologías y sistemas de medición de las ONG.

Muchas lecciones, y muy interesantes, las que pudimos compartir con Ken Allen. Otro tema que planteó son los límites del voluntariado corporativo, que no debe perder nunca su fin último, la transformación social, y que nunca se puede confundir con acciones de ocio o teambulding. Y un último consejo, ser críticos y no autocomplacientes.

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