Y tu empresa, ¿para qué hace voluntariado? (Buena pregunta… ¿cuál sería tu respuesta?)

 

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Estos últimos meses han estado llenos de aprendizaje compartido. Primero fue en el Desayuno TalentoQueImpacta, donde hablamos de los cuatro problemas más comunes en la movilización de voluntarios y propusimos algunas posibles soluciones.

Unos días después nos sentamos con catorce empresas y con Jaime Ulloa, fundador de la Asociación Trabajo Voluntario, para hablar sobre cómo estructurar un programa de Voluntariado Corporativo estratégico en todas sus fases: planeamiento, diseño, implementación y evaluación de los mismos. Fueron 16 completas horas de formación que partieron de la siguiente introspección.

 

¿Y tú, empresa, para qué haces voluntariado?

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Empezamos haciéndonos una pregunta: ¿Por qué se promueve en mi empresa el Voluntariado Corporativo? Estas fueron algunas de las respuestas que salieron:

  • Para generar orgullo de pertenencia
  • Para mejorar nuestra reputación
  • Para motivar a los empleados
  • Para mejorar el clima
  • Para que los empleados se conviertan en embajadores de la RSC de la empresa
  • Para hacer más con menos, aprovechando los recursos (que suelen ser limitados)
  • Para humanizar la empresa
  • Para desarrollar talento y habilidades que no desarrollas en tu día a día
  • Por solidaridad
  • Porque está de moda
  • Por el bienestar del beneficiario
  • Por el bienestar del voluntario, a quien la participación le reporta también un beneficio
  • Para aumentar la retención de los empleados

Tras la lluvia de ideas, clasificamos cada uno de los aportes en tres columnas:

– Beneficios para la empresa

– Beneficios para los empleados

– Beneficios para la sociedad

Y fue en este momento cuando nos dimos cuenta: la mayoría de los beneficios mencionados pertenecían a la columna de los beneficios para la empresa. Esto era positivo, por una parte, porque demuestra de nuevo que el Voluntariado Corporativo tiene mucho valor para la empresa; pero conlleva un riesgo, el más peligroso: olvidarnos de los intereses de la sociedad.

A raíz de este resultado, reflexionamos sobre la necesaria búsqueda del equilibrio entre el valor que se aporta a cada uno de los tres agentes: empresas, empleados y sociedad.

 

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¿Qué hay que hacer para alcanzar ese equilibrio?

Para algunas empresas lo prioritario a la hora de pensar en un programa de Voluntariado Corporativo es el beneficio interno; otras, sin embargo, lo perciben como algo meramente filantrópico y alejado del negocio, pues existe todavía cierto temor a vincular el voluntariado con el negocio, ya que se percibe como un riesgo que puede desvirtuar el espíritu solidario que define el voluntariado.

Para lograr un equilibrio saludable, explicaba Jaime Ulloa, se ha de crear una propuesta de valor diferente para empresa, empleados y sociedad.

 

¿A qué nos referimos con propuesta de valor?

A aquellos elementos que ha de tener el Programa de Voluntariado Corporativo para que resulte beneficioso para todos los agentes implicados.

  • Ejemplos de elementos de valor para la empresa

– Mejora de la imagen externa y de la reputación.

– Mejora del clima y cohesión interna.

– Mejora de las habilidades profesionales y personales de sus empleados.

Si conozco bien mi empresa e identifico sus necesidades, sus prioridades de negocio y las personas que tienen los roles más críticos para su éxito, podré acercarme a ellas para pensar conjuntamente en cómo el programa de Voluntariado Corporativo puede  apoyar la consecución de los objetivos más importantes para la empresa.

¿Por qué no sugerir nuestra propuesta en aquellos momentos en los que la empresa esté priorizando la motivación de la plantilla, la mejora del clima laboral, la retención de los empleados o la reputación?, ¿por qué no hacer valer en el momento oportuno las ventajas que en este sentido aporta el Voluntariado Corporativo?

  • Ejemplos de elementos de valor para la Sociedad

– Alcance de más beneficiarios.

– Mejora de la atención a los mismos.

– Innovación Social.

– Aumento del impacto social.

– Obtención de personal cualificado para sus proyectos sociales.

Tendremos que preguntar a las entidades sociales con las que colaboramos de qué manera la empresa puede aportarles más valor y, en base a su respuesta, tratar de construir una propuesta conjunta.

No olvidemos que la empresa lo que está haciendo es canalizar talento para resolver un problema. No perdamos de vista nuestro fin social.

  • Ejemplos de elementos de valor para los empleados

–  Motivaciones de trascendencia personal: como persona, quiero hacer el bien y me siento bien ayudando.

– Motivaciones de trascendencia profesional: soy consciente de que con el Voluntariado Corporativo mejoro mis habilidades y mis capacidades en muchos sentidos.

En definitiva, tengo que hablarle al empleado de lo que a él le mueve. ¿Sé qué le motiva a él a hacer voluntariado? Debo identificar sus intereses. Tanto los de los actuales voluntarios como los de aquellos que podrían llegar a serlo.

 

Así, Jaime Ulloa nos explicaba cómo ha de ser la propuesta de valor y por qué es importante pensar en ella desde la misma concepción estratégica del Programa de Voluntariado Corporativo.

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¿Y por qué es importante crear una propuesta de valor?

  • Ayuda a que el programa tienda realmente a un enfoque ganar-ganar-ganar. Se ha de pensar en cada actor de forma independiente, tratando de encontrar el elemento o elementos que más le motivarían a tomar parte del programa. Para ello, se ha de hacer investigación, se ha de preguntar y preguntar a cada uno de los tres agentes qué, cuándo y cómo lo quieren hacer; para qué y qué resultados e impactos esperan.
  • Garantiza que las necesidades a satisfacer son realmente importantes para los tres actores. Llevar a cabo los dos pasos anteriores es garantía para que nuestro Programa de Voluntariado Corporativo dé en el clavo y se enfoque justamente en las demandas de nuestros tres principales grupos de interés.
  • Da los argumentos del discurso para vender el programa a los diferentes actores. En la medida en la que la propuesta de valor se ha construido pensando en los distintos grupos de interés y se ha validado con ellos, se crean argumentos irrefutables respecto al valor que el Voluntariado Corporativo les puede aportar.
  • Aporta las bases para construir los objetivos estratégicos que se seguirán en todo el proceso. La propuesta de valor es importante porque es la base para formular los objetivos estratégicos de nuestro programa. Sin duda, este es uno de los puntos más relevantes, ya que por lo general los programas de Voluntariado Corporativo tienden al ‘activismo’ más que a seguir un plan marcado. Pensar en los objetivos estratégicos nos hace ponernos en un plano en el que, en lugar de estar preocupados por la logística de la movilización de voluntarios, nos hemos de preocupar sobre cómo contribuye o no la acción a lograr nuestros objetivos y a cumplir con nuestra propuesta de valor para los distintos grupos de interés.

[Gracias a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) por cedernos su espacio para la realización de este curso]

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