Día: 19 de junio de 2017

Entrevista a Verónica Cheble, coordinadora de Marketing y Desarrollo de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), y a Marta Vallvé, del área de Alianzas Corporativas de la misma entidad.

PREGUNTA: Desde hace un par de años, la llamada «crisis de los refugiados» viene siendo un tema habitual en los telediarios. Se habla de la guerra, el desplazamiento, llegada de personas… ¿qué sucede con estas personas una vez llegan a España?

CEAR: CEAR lleva más de 35 años trabajando en la promoción y la defensa de los derechos de las personas refugiadas y  la promoción del derecho al asilo. No solo a refugiados y solicitantes de derecho de asilo, sino también apátridas, migrantes en situación de vulnerabilidad.

En primer lugar, cuando la persona llega a España, CEAR le apoya en la tramitación administrativa hasta conseguir su estatus de refugiado. El área de Jurídico es uno de los principales trabajos de CEAR porque están los abogados que asesoran y atienden a las personas que llegan a España y solicitan protección internacional.

Una vez se admite su solicitud a trámite, las personas pasan a alguno de nuestros centros y pisos de acogida. Tenemos cobertura nacional, ya que estamos en Madrid, Valencia, Málaga, Sevilla, Barcelona, Navarra, Bilbao y Canarias.

En el momento en el que una persona llega a nuestros centros recibe toda la atención básica necesaria: alimento, vestido, atención sanitaria, atención psicosocial, escolarización de niños y atención jurídica para seguir con sus trámites, entre otros servicios. Durante la estancia en los centros y pisos también se inicia un proceso de integración, donde se comienza con talleres para superar la barrera del idioma.

P: Y una vez se supera esta primera etapa, ¿cómo se puede proseguir en el camino hacia su integración social?

CEAR: Cuando la persona pasa a la segunda fase y se ha resuelto su situación legal y ya tiene estatuto de refugiado entra en una fase de salida del centro donde ellos tienen su propia vivienda de alquiler pero siguen contando con ayudas económicas de la entidad para el empleo. Digamos que todo esto es un itinerario que tiene por fin la integración en la sociedad, donde la principal vía de integración a la sociedad es la laboral.

Y luego está el área de intervención donde tenemos principalmente el Área de Acogida que es donde se da acogida a todas las personas refugiadas que llegan a España y solicitan protección internacional. Dependiendo de los perfiles, ya que llegan personas de nacionalidades muy variadas (actualmente tenemos a personas de más de 15 nacionalidades distintas en nuestros centros de acogida). Y hay perfiles de todo tipo: personas que vienen con profesión de mayor cualificación y personas que vienen del ámbito rural. Nuestro equipo identifica los perfiles y se ajusta la formación que necesitan recibir, ya que hay personas que tan solo necesitan revalidar sus títulos, pero también hay otros que no pueden y tienen que reinventarse.

También en esta segunda fase CEAR les ayuda a conseguir vivienda en alquiler, porque para ellos también es muy difícil que puedan conseguir una vivienda porque no tienen los requisitos que se exigen para alquilar y que es complicado que tenga (ej. nómina, etc.). Entonces CEAR lo respalda, pero aun así es complicado porque nuestra garantía tiene un tiempo determinado.

Finalmente, la persona llega a una tercera fase donde ya deberíamos hablar de autonomía, porque tienen su trabajo pero la organización sigue estando detrás a modo consultivo, aunque ya no reciben ayuda de la organización.

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P: Según vuestra experiencia, ¿cómo está siendo la reacción del sector empresarial ante la llamada «crisis de los refugiados»?

CEAR: Nuestra área de alianzas con empresas es relativamente reciente. Los primeros meses fueron muy duros. Nos planteábamos un reto muy grande. Llamábamos por teléfono y nos costaba encontrar empresas que estuvieran interesadas en este tema.

Hubo un antes y un después a raíz de la publicación de la fotografía de la muerte en la playa del pequeño Aylan. Y el tema de la fotografía dio la vuelta a la tortilla completamente.  A raíz de este impacto mediático, la repuesta de la ciudadanía y de las empresas fue abrumadora. Desde ese día, las empresas se han volcado en ofrecernos ayuda y colaboraciones.

Actualmente, las empresas se están volcando mucho en la fase de la acogida. Nos apoyan y contribuyen con donaciones en especie, aportaciones económicas, con jornadas de voluntariado corporativo, etc.  Se trata de colaboraciones muy tangibles, donde las empresas pueden ver de forma muy visible el destino de su colaboración, y además sus empleados pueden ir a ayudar.

P: Y, mirando al medio-largo plazo, ¿dónde veis que la empresa puede tener un rol en todo este proceso de acogida e integración?

CEAR: Hay muchos puntos donde la empresa puede tener un rol para reforzar el itinerario de la acogida. Vemos que las empresas pueden aportar mucho gracias a sus conocimientos, ofreciendo formación, donaciones para becas, colaborando con mentoring y ayudando a los usuarios de los centros en sus procesos de búsqueda de trabajo –cómo enfocar una entrevista, un CV, etc. – y, por supuesto, apoyando la integración laboral de estas personas. Al final, la integración en el país de destino se logra sobre todo a través del empleo. Y ahí las empresas también tienen mucho que hacer.

Y ése es nuestro rol: dar a conocer a las empresas todo lo que pueden hacer por la causa. Nos queda una tarea pendiente a la hora de sensibilizar a la ciudadanía y a las empresas sobre qué pasa cuando una persona refugiada llega a España y todo lo que pueden hacer por ellos, y tenemos que reforzar los mensajes hacia las empresas.

P: ¿Cómo habéis gestionado toda esta demanda de ayuda desbordante? ¿De qué modo tiende CEAR la mano para colaborar con la empresa?

CEAR: Nuestro abanico de colaboraciones es muy amplio. Comenzando por las colaboraciones más tradicionales a través de donación económica y en especie, que abarca donaciones de todo tipo. Nuestros centros y pisos tienen muchas necesidades del día a día, por lo que cualquier tipo de donación nos es de ayuda: desde zapatos y ropa hasta productos de limpieza, el pan diario, etc.

También tenemos colaboraciones probono con empresas que colaboran con nosotros, y voluntariado corporativo. Y ahora estamos empezando a hacer otro tipo de colaboración de co-creación de proyectos conjuntos.

Por lo general, las empresas que nos ayudan lo hacen de formas muy diversas. Por ejemplo, con Makro empezamos una colaboración a través de una donación económica de productos de limpieza y comida para nuestros centros y pisos todos los meses. Y poco a poco la alianza ha ido derivando en más acciones. Nos hicieron un acompañamiento en salidas de ocio con niños que fue muy buena experiencia, ya que las salidas de entretenimiento son una muy buena manera de que las personas que viven estas difíciles situaciones se entretengan y desconecten momentáneamente.

Pero además, la alianza con Makro sigue evolucionando y hace poco nos han hecho una aportación económica para el almacén de frío. Por lo general, tratamos de que el proyecto que ofrecemos a las empresas y el tipo de colaboración encaje con su negocio. Así que en el caso de Makro nos han ayudado a crear un almacén de frío para suplir de comida a nuestros centros y poder contar con otro espacio para almacenar los productos no perecederos.

También agradecemos enormemente que las empresas sean proactivas aportándonos ideas sobre cómo ellas ven que pueden aportar. Por ejemplo, una empresa de audífonos, Amplifon, se acercó para ofrecernos su colaboración, y actualmente nos ayudan dándonos audífonos y hacen revisiones auditivas  a los usuarios que lo necesitan. Es una colaboración completamente integrada en el negocio de la empresa y en el propio conocimiento de sus empleados.

P: Vemos también que hay una tendencia en las alianzas entre empresas y ONG que nos lleva a iniciativas de Innovación Social y también a dejar que los empleados asuman un rol mucho más activo en la Acción Social de las empresas. ¿Cómo estáis viviendo estas tendencias en CEAR?

CEAR: Contamos con experiencias muy interesantes. Una de ellas es, por ejemplo, el reto que Telefónica lanzó a empleados de un departamento concreto. Motivaron a que los empleados tuvieran que buscar financiación para crear una nueva una ludoteca, biblioteca de adultos y zona de juegos y estudios en uno de nuestros centros.

La respuesta fue impresionante. Los propios empleados se buscaron actividades para financiarlo: organizaron mercadillos, conciertos, etc. y con la recaudación económica que lograron se financiaron las tres salas y se compraron muebles y los empleados vinieron a montar las nuevas salas. Así que aquellos que se movilizaron para recaudar fondos también pudieron ver al cabo de dos meses en qué se transformaba su esfuerzo en el propio centro, colaborando con los residentes a mejorar las estancias.

Otra línea innovadora queremos impulsar es ofrecer los servicios de Causas CEAR a empresas, a modo de contratación de proveedores solidarios y responsables. Causas CEAR es un centro especial de empleo propio con el que ofrecemos servicios de catering en nuestros centros de acogida y a través del que formamos a nuestros usuarios y luego pasan a formar parte de la plantilla. Desde hace poco, hemos empezado a trabajar con Causas CEAR en las empresas también. Un ejemplo de esta colaboración es con la aseguradora Reale, que tiene un espacio de cafetería en su sede de Príncipe de Vergara en Madrid llamado ‘RECREO’ en el que dos personas refugiadas dan el servicio.

También destacamos la alianza con Ikea. Nos invitaron a participar en un programa de Acción Social junto con otras ONG y centros públicos que trabajamos en la causa de los refugiados en España. Comenzaron por preguntaros sobre las necesidades de nuestros centros y pisos para hacer de estos un “hogar” para las personas refugiadas. Hicimos una “lista de los reyes magos” y gracias a todo el apoyo que nos dieron, logramos acomodar hasta 8 centros y pisos y se mejoraron las condiciones sustancialmente.

Tras esta primera fase de acondicionamiento, Ikea ha seguido ofreciendo su colaboración y apoyan con formación a los usuarios de los centros y pisos y con la posibilidad de contratar a personas refugiadas en sus tiendas.

P: Echando la vista atrás, ¿cuáles diríais que son las principales lecciones aprendidas del trabajo de CEAR con empresas?

CEAR: Una de las claves ha sido nuestro esfuerzo en acercar el proyecto a la empresa. Hemos ido muchísimas veces al centro de acogida con empresas y donantes. Es fundamental para que la gente de la empresa vea y conozca exactamente adónde va el dinero o el fin de su colaboración. Conocer a las personas, conocer un centro, ver que están usando las cosas que se han donado… una vez que las personas de las empresas ven esa realidad de forma presencial, se enamoran y no pueden dejar de ayudar.

El reto de nuestras colaboraciones ahora es innovar. Creemos mucho en el win-win: todos tenemos que salir ganando en las alianzas.

Entrevista realizada por Silvia Loro.

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